Técnicas de respiración para ansiedad
- blacepsicologia
- 18 may 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 abr
La respiración es una de las grandes herramientas que utilizamos para combatir el estrés y la ansiedad. Puede servirnos en dos circunstancias distintas: En su utilización diaria, para la mejora de nuestra propia introspección, como autocuidado o como método de relajación. Y, por otro lado, como técnica para gestionar momentos de crisis en los que necesitamos controlar los síntomas físicos de la ansiedad.
En este artículo vamos a hablar sobre dos técnicas de respiración para la ansiedad muy útiles para mejorar nuestra salud física y mental: la respiración diafragmática y la respiración de yogui.
TÉCNICA DE RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA
También conocida como respiración abdominal, es una técnica que se centra en el movimiento del diafragma, el músculo que se encuentra justo debajo de los pulmones y que ayuda a controlar la respiración. Para hacer esta técnica, debemos seguir los siguientes pasos:

1. Siéntate o acuéstate en un lugar cómodo y relajado.
2. Coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen.
3. Inhala profundamente por la nariz, sintiendo cómo se infla el abdomen y cómo se eleva la mano que tienes en él.
4. Exhala lentamente por la boca, sintiendo cómo se vacía el abdomen y cómo desciende la mano que tienes en él.
5. Repite este proceso durante unos minutos, concentrándote en la sensación de la respiración en el abdomen.
Esta técnica es especialmente útil para reducir el estrés y la ansiedad, ya que nos ayuda a relajarnos y a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
TÉCNICA DE RESPIRACIÓN DE YOGUI
También conocida como respiración completa, es una técnica que se centra en el control de la respiración y en la expansión del diafragma y los pulmones. Para hacer esta técnica, debemos seguir los siguientes pasos:

1. Siéntate en una posición cómoda y relajada, con la columna vertebral recta y las manos sobre las rodillas.
2. Inhala profundamente por la nariz, expandiendo primero el abdomen, luego las costillas y finalmente el pecho.
3. Aguanta la respiración durante unos segundos.
4. Exhala lentamente por la boca, vaciando primero el pecho, luego las costillas y finalmente el abdomen.
5. Repite este proceso durante unos minutos, concentrándote en la sensación de la respiración y en el control de la misma.
Esta técnica es especialmente útil para aumentar la energía y la concentración, ya que nos ayuda a oxigenar el cerebro y a mejorar la circulación sanguínea.
En ambas necesitamos algo de práctica para conseguir el objetivo final de la relajación. Para ello, es muy importante concentrarnos en las sensaciones físicas (movimientos de pecho y abdomen) mientras realizamos los ejercicios, no solamente en la respiración.
Lo ideal es encontrar entre 5 y 10 minutos al día para introducir estas técnicas hasta que se vuelva cotidiano.
En resumen, la respiración diafragmática y la respiración de yogui son dos técnicas muy útiles para mejorar nuestra salud física y mental. Si las practicamos con regularidad, los efectos van desde desde reducir el estrés y la ansiedad, aumentar la energía y la concentración, hasta mejorar nuestra calidad de vida en general.

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